km 28. Caminante no hay camino, se hace camino al andar.

Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar,
Pasar haciendo caminos,
Caminos sobre la mar.

Nunca perseguí la gloria,
Ni dejar en la memoria
De los hombres mi canción;
Yo amo los mundos sutiles,
Ingrávidos y gentiles
Como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse de sol y grana,
Volar bajo el cielo azul,
Temblar súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.

Caminante son tus huellas el camino y nada más;
Caminante, no hay camino se hace camino al andar.

                                                         

al andar se hace camino
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
Donde hoy los bosques se visten de espinos
Se oyó la voz de un poeta gritar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar...

Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse, le vieron llorar.
"caminante, no hay camino, se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar
Cuando el poeta es un peregrino,
Cuando de nada nos sirve rezar.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar.

RUM..RUMM...Muchas horas de autobús, mucho tiempo para conocernos mejor.                                                                                       Los monitores nos recomiendan dormir para aguantar bien la caminata nocturna. Y, como siempre, nosotros aprovechamos para hablar (a veces chillar), cantar, hacer sonar la guitarra...

¡Nos pilla el toro!

Justo media hora antes de llegar a Tatooine (en concreto a un campamento de jaimas), lugar donde se rodó una de las escenas de la conocida película "Star Wars", decidimos dormir un poco.

Hubiésemos deseado dormir más, créanme. Sin embargo no es mi intención fardar si digo que fue una marcha nocturna más suave de lo que esperaba. Supongo que mi lengua se cansó más que mis piernas. ¡Si es que hablar tanto viene de familia!

Me parece que no hago más que repetir adjetivos como reponedora sopa o rico pan. Y es que, después de tanto caminar, ¡todo le sabe a gloria a uno!

Jajaja, siento tergiversar los paradigmas gramaticales pero, como hace tiempo escuchábamos en un anuncio: ¡el autobús me confunde! (la noche me confuuunde).

Hemos cenado Harira y tortas de maíz con carne, sin olvidar el té y el bollo mojón del postre. Ésta es la cena típica de Ramadán. No es raro escuchar "¿Qué hay hoy de cenar?" y seguidamente, una respuesta que dice "pues cena de ramadán". Es el mes en el que los musulmanes hacen ayuno comme une offrande à Dieu.

Dimos clase de astronomía y pronto abrazamos el manto más cómodo de la noche; nuestro saco.

Casiopea, la estrella polar, la vía láctea... Inmersos en el universo, nos sentimos como pequeñas e insignificantes motas de polvo, flotando en un planeta llamado Tierra suspendido en esta galaxia.

Despertamos. Nos identifico con conejos duracell dispuestos a recorrer "un porrón" de kilómetros.                                                              


Hamo, un pastor de la zona, nos mostró los rincnes más insólitos del Atlas, el Circo de Jafar.                                                              


Tiene mérito porque él no bebe agua. Estamos trop fatigués, es cierto, pero el viaje ha merecido la pena.

 

Es uno de los paisajes más bonitos que hasta hoy, he podido contemplar.

Bajo la puesta de sol, los 141, chavales y monitores, sentimos que todo esfuerzo tiene su recompensa.

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