lunes, 27 de diciembre de 2010

km 4. Dulce como una golosina..umm...

Estamos en el autobús. Chuches, canciones de viaje y los nervios más incómodos que te puedas imaginar de llegar cuanto antes al Reino de Marruecos, recrean un ambiente de familiaridad cálido e incluso, cada vez, más acogedor.
Me encanta respirar lo que nosotros llamamos "buen rollo". Lo percibo, se nota hasta en la relación con los monitores, bomberos y personal que, sin querer, pueda estar olvidando.
Me siento a gusto, protegida, querida.
Somos 100 pero ninguno es simplemente uno más. Supongo que un anuncio del Canal de Isabel II describiría a la perfección lo que siento: CADA GOTA CUENTA. Nosotros somos cada gota y todas son imprescindibles en este viaje.
Me acuerdo mucho de una amiga que, desgraciadamente, no ha podido venir al viaje por estar muy enferma. Espero que se recupere pronto.
Ahora rezo para que Él guíe nuestras hazañas. No pierdo la fe en Dios.
Hace falta Dios.

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